top of page

La ilusión de querer cambiar a los otros

Foto del escritor: Coni MarchantConi Marchant

Actualizado: 14 sept 2023

Es muy común esperar que una persona cambie “solo un poco, aquí y allá” para que nuestra relación (amorosa, familiar, o de trabajo) mejore. Pero ¿qué tan real es esperar que el otro cambie por mí?


En diversas ocasiones podemos encontrarnos involucrados en relaciones en las que no estamos cómodos, tenemos un jefe que no nos trata como se debe, un familiar que hace cosas que no nos gustan, o nuestra pareja no cumple con nuestras expectativas. Los conflictos internos comienzan cuando esperamos que el otro cambie para que nosotros estemos satisfechos con la relación.


Sin embargo, esperar que otra persona cambie de alguna manera significa que queremos controlarla, que queremos que actúe de la manera que a nosotros nos parece correcta y de acuerdo a nuestras expectativas o valores. Pero ¿es realista querer controlar como actúa el otro? ¿Tenemos el poder de controlar lo que otros adultos hacen, dicen o piensan?


La oración de la serenidad, utilizada en diferentes contextos, invoca a la sabiduría interna para ser capaces de distinguir lo que podemos cambiar de lo que no, en este caso, de cómo actúan las personas. Por ejemplo, si fuera al revés y alguien nos pide que cambiemos, siempre tenemos la opción de decidir qué hacer, incluso podríamos decidir no hacer nada. Una vez una persona muy sabia me dijo “no decidir, es también tomar una decisión”.


Por eso antes de comenzar a enumerar todos los problemas que esa otra persona trae a la relación es importante saber cuáles son mis límites, cuáles son mis expectativas y cómo puedo navegar mis emociones antes de tener las (falsas e ilusas) expectativas de poder controlar como los otros viven sus vidas.


Como siempre las respuestas no son triviales, y menos en relaciones tan cercanas como el jefe directo, los padres o la pareja, los primeros que se ven afectados en este juego de poder, pero aplicando herramientas de coaching de vida sabremos cuando llega el momento de sacar la valentía que llevamos dentro para poner límites (y a veces la distancia) que se requieren para llevar relaciones sanas y entender cuando se tornan abusivas.


Mirando hacia a atrás recuerdo un jefe que maltrataba y abusaba a gritos de sus subordinados, entre los que yo me encontraba. No estaba en una posición de ponerme a su altura a gritarle de vuelta, tenía miedo de perder mi empleo, tampoco me correspondía a mí decirle a un adulto como se debía comportar. Lo que sí podía controlar eran mis propias decisiones al respecto. Hoy, le estoy tremendamente agradecida, si no hubiera vivido esa situación no me habría decidido por un cambio radical de vida que ahora me trae más gratificación profesional y personal que nunca.


¿Cómo te va a ti tratando de cambiar a las personas? ¿Has tenido éxito o es más bien una ilusión? Si resuenas con este artículo, házmelo saber y conectemos.

Entradas recientes

Ver todo

Contacto

250 The Village

Redondo Beach, CA 90277

​​

Whatsapp: +1 (661) 350-1094

info@conimarchant.com

  • Instagram
  • Linkedin

© 2023 by Coni Marchant

Thanks for submitting!

bottom of page